miércoles, 18 de noviembre de 2009


Ella dijo.

martes, 20 de octubre de 2009

miércoles, 19 de agosto de 2009

Sr. Férvido Avatar:


El fervoroso avatar hace toc toc toc; toc toc toc... como pájaros acicalando mi cabeza.


Qué pasa? Qué sucede? Ya no tolera las pequeñas mutaciones, ahora pide algo más intenso, más radical.

No sé como lidiar con esto! Esperá un poco más, estoy pensando...mmmm.... Sí, en realidad sé como hacerlo pero sigo pensando, está mal?

TOC TOC TOC! ...Opa!, es cada vez más fuerte, contundente... aplastante... ya me rebota en la sien...


Wait! Así no puedo, si hacés que mi cabeza rebote no vas a conseguir ningún cambio... sé que no puedo pasarme la vida sólo pensando, pero no te irrites.

Si me presionás es peor, pero en el fondo necesito esa presión, me ayuda a acelerar los pasos y no quedarme quieta esperando un milagro.


Todo cambio depende de uno y creo que el momento está cerca, los “toc tocs” los estaré provocando yo?. Es parte de este proceso interno.

Pero me exaspero, porque en algunos puntos estoy limitada o creo estar limitada y eso me hace retroceder, el final del camino se aleja.

Ahora bien, confío que es posible llegar, en ese final se abren diversidad de opciones lo que hace que éste (el final) también sea un comienzo, un nuevo comienzo. Eso me apasiona. Eso hace que no deje de moverme.

Tropiezo con abundantes cosas que me desagradan... miradas sin expresión, gestos duros, posturas, ideas, imposiciones, movimientos, risas ironicas, falsedad, egoismo, ambición, hambre de poder, bla bla bla..., pero no es un pesar (por momentos); siento que me purifico y me aliviano, me despojo de cosas innecesarias para dar lugar a otras que me nutren y me llaman a investigar.

No siempre es fácil, me atrevería a decir que trastorna, pero cuando se ve un hilo de luz dentro de esa maraña el placer es descomunal. Algo sedimenta, algo queda marcado y ahí vuelo nuevamente a continuar la búsqueda con más confianza y reconfirmar que estoy haciendo lo correcto, que no es imposible como me hacen creer. Que no es una locura pasajera.

El cambio empieza por uno, no somos concientes de lo que podemos hacer. Hay que dejar de pensar que llueve cuando nos están meando...

TOC! TOC! TOC!... ahí volvió...

sábado, 11 de julio de 2009

jueves, 14 de mayo de 2009

El grito


de Oswaldo Guayasamin.
y de otros tantos...

miércoles, 22 de abril de 2009

Taxi Turnos

Mi nombre es 3.773.519, o ese fue el que me asignaron. Mi verdadero nombre no lo recuerdo, lo perdí entre la gente de un barrio sin nombre. Todo se dio vuelta y perdí el conocimiento.
En este lugar somos números, yo soy el 3.773.519 y mi cuarto da a un jardín precioso lleno de flores; de cuando en cuando llegan visitantes de diferentes especies a los cuales fotografío y guardo dichas imágenes en una cajita de madera tallada a mano.
Pensar mi nombre me agota, tratar de recuperar recuerdos me cansa y desisto muy rápidamente. Dicen que no debo preocuparme, hay casos en que en un determinado momento algo en el interior muta y nos lleva a dejar de ser quienes éramos y estar donde estábamos.

Ahora soy un espectador, desde que todo se dio vuelta, el espectador número 3.773.519.
Conservo algunos recuerdos, como cuando era niña y jugaba con los niños de mi edad, interpretaba personajes de los cuales era conciente que simplemente eran personajes, nada real.
Hoy, desde este lugar compruebo algo similar.
Ya no me agrada como antes participar, prefiero observar. En todo caso participar de otro modo.
Transcurrían los días y cada vez entendía menos de que se trataba todo esto. Las horas pasaban exactamente igual que el día anterior, todo era similar aunque con algunos pequeños cambios, todo era mecánico, todo me sabía a “déjá vu”.
La noche en que la conocí llovía, había dejado abierta la ventana que da al jardín. Hacía frío pero no lo note y entró por allí.
No dormía, solo pensaba apenas recostada en el borde de la cama. Desde aquel día no nos separamos definitivamente.
Es una paradoja, pero así es, me acompaña.

- De veras querés que me quede? (dijo una vez)
- No lo sé (respondí), hoy no quiero estar sola, quedate.

Ella no me comprendía, le parecía contradictorio, pero no lo era para mí.
Ella tenía un nombre, verdaderamente triste, pero nombre al fin.

- Sabes que por mucho tiempo no podré quedarme. No quiero esto para vos. Solo vine a mostrarte tu valor. Aunque mi presencia te confunda.
Recordarás tu nombre, no es imposible, en esta vida todo puede ser alterable, excepto…

Me dejó sin palabras, desprendía un frío aura que se sentía en los huesos, sus palabras penetraban en mi como cuchillos filosos y el pecho se me comprimía dificultándome la respiración. Pero necesitaba escucharlo, necesitaba que esa noche estuviera ahí. Y ella lo sabía.
Viendo mi expresión no se animó a callar y dejar un peligroso hueco de silencio y continúo:

- Haremos esto, no voy a abandonarte pero no volveré a entrar por la ventana por más que la olvides abierta. De ahora en más, si deseo verte golpearé tú puerta y decidirás si quieres dejarme entrar. Si me necesitas, estaré aquí. Sólo de visita.
Ya es hora… Adiós.

miércoles, 1 de abril de 2009

Destreza


Creo que en lo complejo a veces sólo basta la habilidad y el arte de hacer las cosas.

Realmente no todo es como nos parece.


Fotografía: She said. -Una mañana en el norte Argentino-



miércoles, 11 de marzo de 2009

Arcos en la lluvia


Gotas de lluvia, como cristales, como pequeñas fracciones de vidrio…

Así somos? Sujetos capaces de refractar, reflejar y descomponer energía? Como prismas? Espectros?

No se si seremos espectros, pero sí estoy segura que espectros somos. O al menos por momentos...

Arcos en la lluvia, de vez en cuando aparecen en el techo de mi terraza.


Fotografía: She said.

domingo, 4 de enero de 2009

De que color?


Una de sus preguntas favoritas, mientras señala diversos objetos y aguarda impaciente la respuesta.
Buscamos un mundo de colores, vivos y brillantes. Buscamos orden entre la mezcolanza, buscamos un modelo en la imperfección, buscamos entender algo que ignoramos.
- No queremos pintar con negro! No hay lugar aquí para los grises! Queremos colores! Colores que brillen tan fuerte como su alma!
Enchastrados con pinturas jugamos a ser artistas, aquellos que expresan sus sentimientos más intensos y a la vez, quizás, desconocidos; que se dificultan para estructurar en palabras. Así es mas sencillo y divertido, no?
El muñequito “antimufa” por excelencia, reía con su pincel en mano, orgulloso de ser el centro de atención. En su salsa, por gozar de lo no permitido, se olvidó del manto gris que sus ojos transmiten y miles de risas, sin buscarlas, aparecieron entre los colores.
Que tal si observamos un poco más lo que a simple vista no se ve? A lo mejor podemos comprender que trata de decirnos, lo que grita en silencio.