Gotas de lluvia, como cristales, como pequeñas fracciones de vidrio que al caer se astillan en la tierra. Tan frágil como nosotros, como nuestras palabras, pensamientos, acciones.
Todo se sucede, todo cambia, todo se renueva y todo concluye en una metamorfosis cíclica, constante, que exige una reformulación.
Gotas de lluvia, cristales, pequeñas fracciones de vidrio. Así somos. Hoy pensamos, hoy hablamos, hoy escribimos, hoy actuamos… y mañana? Mañana será igual?
A medida que caminamos suceden cosas que nos marcan y nos cambian y tal vez seamos los primeros en juzgarnos y contradecirnos del pasado.
Esta es la forma que encontré de describir el porqué de “vitreograma”, escritos de vidrio, escritos en vidrio, escritos vidriados, escritos tallados en vidrio, escritos traslucidos, escritos transparentes, escritos que perduran, escritos que se quiebran, escritos tan frágiles que pueden mutar y que ni mi persona es conciente en donde pueden concluir o virar.
Ficción? Realidad? Ficción mezclada con realidad? Realidad mezclada con ficción? Si, todo eso.
1 comentario:
Escritos con vidrio. Agua. Fluidos hendidos por la luz: Impresionado por el lujo de las fracciones en la composición y el perfil, cintila –sin fragmentar- femineidad en ciernes dispuesta alumbrar.
Cordial y Respetuosamente, Walter D. Tejada Campos
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